Recuerdos.

Somos un instituto que hace muchas cosas interesantes, divertidas, creativas. . . En muchos centros sucede esto mismo, lo sabemos. Pero también somos conscientes de que hacer memoria histórica es importante. Nuestra intención es poder recoger algunas de estas experiencias. Ya contamos con una revista y una página web fantásticas y pretendemos trabajar en esta misma dirección. La finalidad no es otra que jugar una vez más con las letras, con las palabras, con las imágenes, con los sonidos, con los colores. . . y a través de ellos comunicar, compartir, ilusionarnos y recrear momentos mágicos del mundo de la enseñanza. El objetivo es hacerlo a través de la fantástica mirada de los alumnos. Con su ingenio y su percepción iremos construyendo este blog.

diumenge, 19 de juny del 2016

Tibidabo

El 10 de Mayo de 2016 los alumnos de tercero del instituto Lluís Domènech y Montaner fuimos al Tibidabo. El Tibidabo es un parque de atracciones situado al oeste del municipio de Barcelona. Tiene una superficie de 70.000 metros cuadrados. El parque consta de 6 niveles. Del 1 al 5 esta considerado como atracciones (donde encontramos 30) y el último nivel es más bien un jardín con vistas a la ciudad.

Para llegar hasta ese enorme y precioso parque existen diferentes maneras, pero nosotros elegimos la más cómoda, el bus. Fuimos tres clases, unos 70 alumnos. Llegamos a la parada a las ocho de la mañana pero como siempre hay algún alumno que se retrasa, salimos de Canet a las ocho y cuarto. De aquí hasta Barcelona hay más o menos una hora.
Antes de entrar al parque desayunamos. Cuando todos acabamos nos abrieron las puertas y nos dividieron en tres grupos compuestos siempre por un profesor y un monitor que era el que nos explicaba el funcionamiento. Nos dieron un dossier con diferentes atracciones y teníamos que responder a unas preguntas, cuando todos habíamos acabado de responderlas, el monitor nos dejaba montar en la atracción explicada y así con cuatro diferentes.


Mi grupo disfrutó de la siguientes atracciones: el tren (donde subimos cuatro veces), la montaña rusa, el diávolo y el barco pirata (en esta me dejaron estar en el extremo).
Todos nos lo pasamos muy bien porque los monitores eran muy simpáticos y explicaban con claridad, pero la que se lo pasó mejor fui yo porque justo el día que fuimos era mi cumpleaños y nunca lo había celebrado en un sitio tan espectacular. Yo nunca había ido al Tibidabo y no me esperaba una cosa tan "guay". Creía que era más pequeño pero cuando lo vi me quede impresionada.

Una de mis anécdotas preferidas es que a la salida del parque vendían churros y como que había tanta gente esperando y ya era hora de irnos, dos amigas mías hasta que no compraron los churros no se fueron. Estaban muy buenos pero luego la profesora las regañó. Y otra anécdota es que cuando mi grupo se montó en el diávolo, al bajar, el profesor que estaba con nosotros vomitó.

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